Alberto Rivero


Mi experiencia

Soy terapeuta transpersonal, psicólogo. Organizo grupos de crecimiento personal además de terapia personal en Catalunya e Italia. Trabajo en el área de la relación de ayuda desde hace 15 años.


Conocí las esencias a lo largo de un proceso terapéutico personal. Cuando tomé las esencias noté como se desbloqueaban emociones atascadas y llegaba un entendimiento directo desde el corazón, con una claridad cualitativamente diferente.


Ya había experimentado vivencias parecidas de crecimiento. Pero, para remover temas nucleares del mundo psicológico, era necesario hacer un trabajo de raíz muy intenso que implicaba mucho tiempo y dinero. Y que implicaba encontrar terapeutas o guías de un cierto nivel de desarrollo personal y conciencia (como es correcto que sea).


Pero lo que quiero decir es que las esencias permiten dar un salto práctico y concreto hacía la resolución de una problemática. Son agiles, sencillas; toda información llega de manera espontánea, mientras tomas las esencias, desde dentro.


Me quedé realmente sorprendido la primera vez que las tomé, porqué las primeras dos semanas, cada día prácticamente estaba en un estado de conciencia expandido de la realidad, para nada comparable con otras esencias experimentadas.


Actualmente, estas esencias vibracionales, las utilizamos yo y mi familia en casos o periodos puntuales para trabajar sobre temas específicos. Y también las receto a mis pacientes para acompañar mi trabajo terapéutico.


En los trabajos con grupos, utilizo las esencias y los Sprays.

Peace puede revolucionar el ambiente que se respira de una manera increíble. Lo utilizo con el propósito de quitar densidad y pesadez, consecuentes a trabajos terapéuticos intensos, donde se haya removido mucho dolor. Así como en momentos de presencia, de conciencia, de paz; elevan las vibraciones hacía notas limpias y de conciencia, porqué acompaña a la persona.


Y aquí concluyo con lo que creo sea lo más importante: el respeto para el ritmo de la persona. Tomar unas esencias significa tener un acompañante contigo, constantemente, que enfoca la realidad junto contigo y te da la oportunidad de adentrarte en zonas de tu ser que normalmente o no ves o tendrías miedo de enfrentar. Es como “llegar en profundidad”, pero con dulzura, con una ternura firme, que acompaña las luchas internas. Sin necesitar la intensidad de procesos catárticos que fuerzan el individuo. Algunas puertas no se pueden abrir con un martillo, se necesita una caricia, en este “interminable y arduo” camino espiritual…. de 30 centímetros… desde la cabeza, hasta el corazón. Gracias Mar, por esta gran herramienta.